ESCRITORAS ESPAÑOLAS DEL SIGLO XIX. I

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Al iniciar esta sección indicábamos que íbamos a reproducir los datos biografícos de algunas escritoras del siglo XIX, basándonos en la información que ellas mismas remitieron a la direcctora literaria de la publicación Las Mugeres Españolas, Americanas y Lusitanas, pintadas por sí mismas, Faustina Sáez de Melgar, cartas que se conservan en su archivo personal. Vamos a comenzar la serie por la de Ángela Grassi, esta carta no está fechada; pero dado la información que enviaba era para incluirla en la publicación mencionada comenzó a gestarse a finales de 1880 y salió a la luz a durante el año siguiente, puede fecharse hacia finales de 1881; ya que en ella se disculpa por su tardanza en el envio de los datos y le indica que como se los han pedido para incluirlos otra publicación y ella tenía un compromiso anterior, con Faustina, se los remite antes de que salgan en la prensa española.

A continuación trascribimos la carta:

«Nací en Crema, pequeña ciudad del Lombardo Véneto, en 1828. Mi padre se llama D. Juan Grassi; mi madre, modelos de todas las virtudes, Lucia Techi.

Mi padre era músico eminente y su mérito le proporcionó una contrata en Barcelona, en donde, viéndose muy querido del público, acabó por establecerse.

Mi madre era muy piadosa: había sido educada para el claustro, en vez de serlo para el mundo, y mis primeros años se pasaron en la soledad y el recogimiento, pero en una completa y apacible calma. Sin embargo, tal vez la espansion necesaria á una joven puso en mis manos la pluma.

En 1843, la casualidad hizo que al conocido escritor aragonés D. José Mor de Fuentes, viese el manuscrito de una comedia en 5 actos y en prosa, que yo acababa de componer jugando, titulada: Crimen y Espiación.

Como era tan benévolo creyó que debía ver la luz pública; presentola á la Empresa del teatro de Santa Cruz, y en unión con la simpática actriz Doña Josefa Palma, alcanzó que se pusiese en escena.

Era muy niña, era completamente desconocida, y á estos dos motivos debí sin duda el que fuese recibida esta primera producción con un entusiasmo inmenso.

Entonces los  periódicos literarios me franquearon sus columnas y escribí en casi todos los que se publicaban en España.

Al poco tiempo publiqué una novela en dos tomos, titulada: Los Condes de Rocabierti, y más tarde otra cuyo título es: Un Episodio de la guerra de los siete años.

En 1850 la casualidad me trajo á Madrid. Habiendo publicado una poesía dedicada a S.M. la Reina que entonces iba a ser madre, el Rey tvo la bondad de llamarme, y obedeciendo á una indicacion que se dignó hacerme, publique un tomito de poesias religiosas, que fue declaro obra de texto para las escuelas.

Llamada de nuevo á Barcelona por la enfermedad de mi buena madre, permanecí en ella hasta el año 1859 en que tuve la desdicha de perderla. En este tiempo publiqué dos novelas, tituladas: Las dos tumbas y La dicha de las tierras.

La suerte volvió a traerme á Madrid, en donde sucesivamente he publicado: Un manual de Urbanidad, la novela: El favorito de Carlos III, que apareció en el folletín del «Horizonte», y otra en el de la Patria titulada: El que no siembra no recoge.

Desde este momento, dedicada á la instrucción de la niñez empecé á consagrarla todas mis tareas y en el periódico el Correo de la Moda se han publicado varias obras con este objeto, cuyos títulos: Cartas á Julia, Cartas familiares, Cartas sobre la Educación, La Entrada en el Mundo, y Memorias de una casada.

Posteriomente se han publicado las novelas. El Bálsamo de las Penas, El Lujo, y está en prensa la que ha sido premiada por la Real Academia, titulada: Riquezas del alma