Archivo por meses: junio 2007
ESCRITORAS ESPAÑOLAS DEL SIGLO XIX. V
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GLORIA MELGAR (1859-1938). VIII. Por Virginia Seguí
Historia de la Mujer – LAS CELTAS Y LAS ELEAS
En esta sección nuevamente un artículo del historiador Antonio Pirala publicado en el número 21 de fecha 8 de junio de 1853 de la revista El Correo de la Moda, como continuación de sus textos destinados a la educación de la mujer.LAS CELTAS – LAS ELEASContinuando la historia de la Mujer, esa magnífica epopeya de la humanidad, hojeando las antiguas crónicas, los libros de los más célebres escritores, hallamos en Plutarco, ese sublime historiador del hombre, que tan bien ha sabido pintarnos hasta los sentimientos más recónditos del corazon, escelentes paginas consagradas á las Celtas, heroinas de la paz, como las Argivas lo fueron de la guerra. El nombre de Celtas era una denominación tan general, que casi comprendia á los habitantes de todo el continente europeo, y con el cual el griego Eforo, que fué el inventor, ni tuvo ni pudo tener alguna consideración al origen y las lenguas de los pueblos, cuya existencia le era desconocida. Esta denominación, llegó á ser con el tiempo un hombre genérico, bajo el cual se comprendian los otros pueblos del mismo continente á mediada que se les conocia. Los hombres de una región céltica, cuando mas necesitaban armonizar entre si, porque se aprestaban á pasar los nevados Alpes para internarse en Italia, se destrozaban crudamente por asuntos domésticos, estando tan escitadas sus pasiones, que les dividieron en partidos. Aumentando su furor, se hacia inminente la guerra civil, esa calamidad de los pueblos, infortunio de la humanidad. Armáronse los vecinos, los amigos, los parientes, los hermanos, los padres, los hijos, unos contra otros, mirándose todos como encarnizados enemigos. Prontos estaban para la pelea: solo se aguardaba la señal para blandir el arma homicida y derramar con ella la sangre de un objeto querido, quizá la del mismo autor de la vida del asesino, que así olvidaba sus deberes por atender á sus pasiones bárbaras, inhumanas, á esos impulsos del orgullo y de la vanidad que ciegan al hombre, que le hacen renegar de su especie, y adulterar la bondadosa magnificencia de su ser. Cuando tal era el estado de aquellos hombres, comprende la mujer su mision. Sin tener la debilidad de participar de las pasiones de aquellos á quienes estaban sometidas, sienten en su mente una inspiración sublime, en su alma la resolución de un hecho grande, en su corazon el heroísmo del sacrificio, al que se prestan si los hombres desoian sus ruegos les ofendia su mediación; y en el momento en que uno y otro bando iban á chocarse, y se iban á abrir alli millares de sepulturas, conquistando el vencedor una corona sangrienta, cuyas manchas rojas nunca se limpian, y un duelo eterno, se presentaban en el campo sus mujeres, y á fuerza de súplicas, lágrimas y caricias aplacan el furor de los guerreros, les hacen deponer las armas y reconciliarse. ¡Magnífico cuadro, que quisieramos ver colocado en el sitio más público de cada pueblo! Hé aquí a la mujer ejerciendo su verdadera misión; hé aquí á unas mujeres que se presentan en medio de un campo de guerreros enemigos en el momento de ir á destrozarse; y sin llevar otras armas que las invencibles que la naturaleza ha dado á la mujer, sin emplear mas que súplicas elocuentes, lágrimas sinceras y caricias bondadosas, atraen al corazon de aquellos ásperos guerreros los nobles sentimiento de la generosidad, de la amistad; y los que iban á matarse, se abrazan. ¡Lástima que la historia no nos trasmitiese las palabras de aquellas Celtas, aquellos ruegos elocuentes, porque nacian del íntimo sentimiento que abrigaba un corazon; porque cuando el corazon siente, sabe la boca espresarse! Súplicas, lágrimas y caricias: hé aquí un magnífico discurso, en el que se encierran todas las reglas oratorias. Las súplicas son el magnífico exordio que prepara el ánimo; las lágrimas, la proposicion que conmueve, y las caricias, el epílogo que decide, que consigue la mocion de afectos. Los Celtas conocieron la trascendencia que tendría su encono, y reanudaron sus amistades; no olvidando en medio de su gozo á quienes debian tanto bien. Al restituirse al seno de sus familias, llevan á las mujeres en triunfo. Desde entonces fue costumbre entre los Celtas, que siempre que deliberaban sobre algun importante asunto referente á la paz ó á la guerra, asistian sus mujeres al concurso, y cuando se suscitaba entre vecinos diferencia, se dirimia también según el parecer de las suyas. No podia reconocerse mejor su prudencia, su juicio, su discreción. Pero aun fueron mas allá: en un pacto que los Celtas hicieron con Anibal, se lee este artículo famoso:
Este articulo nos presenta un rayo de luz para descubrir que el heroísmo de los Celtas tuvo lugar en España, en la antigua Celtiberia. Y no era solo en este punto donde la mujer era tan dignamente considerada. Los cartagineses y los galos hicieron un tratado, por el cual sometian sus diferencias á la decisión de las mujeres. Los Eleos, creyéndose ultrajador por los Pisanos, y habiendo pedido en vano satisfacción al tirano de Pisa, convinieron con los habitantes de esta ciudad en dejar la decisión á diez y seis mujeres nombradas por cada una de las diez y seis ciudades. El éxito no pudo ser mas plausible: de sus resultas se establecieron un colegio especial de mujeres para presidir los Juegos Eleos y adjudicar el premio al mas digno. |
GLORIA MELGAR (1859-1938). VII. Por Virginia Seguí
ARTES DECORATIVAS: Delimitación de las artes afectadasNuestra intención no es enumerar todas y cada una de las artes afectadas sino hacer hincapié en que las dificultades del tema no se agotan con su definición sino que, por el contrario aumentan cuando lo que nos planteamos es su división o clasificación, debido, en gran parte, a su amplitud. En este sentido tenemos el testimonio del arquitecto Juan Bautista Lázaro al leer, en 1906 su discurso, de entrada en la Rabasf, que versaba sobre las artes decorativas mencionaba las dificultades que presentaba su estudio y decía así:
Las artes decorativas en España han tenido su código, hasta no hace muchos años, en el libro escrito por Juan Facundo Riaño: Spanish Indusrial Arts, publicado en Londres en 1872, este autor las divide para su estudio en: Orfebrería; Hierros, Bronces, Armas; Mobiliario, Marfiles, Cerámica, Vidrio; Tejidos, Bordados, Encajes, Tapices. Como vemos la mezcla de conceptos es patente, no existe un criterio único para cada capítulo sino que utiliza arbitrariamente: bien la técnica artística o bien el material que se trabaja. La circunstancia de que el libro de mayor prestigio sobre las artes decorativas en España estuviese escrito en inglés ha sido para algunos algo inaudito, y el comentario sobre este hecho que contiene el discurso de entrada en la Real Academia de la Historia de Manuel Pérez-Villamil no deja lugar a dudas:
En ocasiones dada la complejidad de la división por capítulos del tema, se opta por confeccionar Diccionarios o Enciclopedias, que lo abordan mediante el sistema de tradicional de voces, de manera general o circunscribiéndolo, únicamente, a ramas especificas de las artes decorativas o períodos históricos concretos; últimamente hemos encontrado algún ejemplo en el que la división se realiza por el tipo decoración utilizado en todas las artes realizadas durante un período temporal limitado; son todas ellas diferentes formas de limitar su estudio para que su amplitud y complejidad no lo conviertan en inabarcable o inagotable. En nuestro caso, llegados a este punto, una vez hechas las consideraciones anteriores, para dar coherencia a nuestro estudio, debemos concretar y dentro de las artes decorativas circunscribirnos al estudio de la cerámica y dentro de ella al trabajo sobre porcelana. La porcelana. Procedencia y aspectos generales Durante la Edad Media el comienzo del comercio con Oriente originó la llegada a Europa los productos elaborados y consumidos en la zona, objetos extraños a la cultura occidental que pronto tuvieron gran aceptación en las cortes europeas. En un primer momento la porcelana no despertó demasiado interés, dentro de los artículos que veían del Extremo Oriente había otros artículos más interesantes para los europeos de la época; aunque, poco a poco, estos objetos de aspecto ligero y frágil pero de gran dureza; blancos y transparentes a la vez y dotados, tras su percusión, de una sonoridad especial fueron interesándoles cada vez más. En un momento dado la demanda de este tipo de objeto fue tal que comenzó a ser interesante fabricarlos en lugar de traerlos de lejanos países, el problema era que en Europa no se conocía la fórmula de la porcelana. Únicamente se tenía el resultado final, la formula era un secreto muy bien guardado dados los pingües beneficios que producía. En 1570 en Venecia se producen lo primeros intentos, pero sólo se consiguen imitaciones. En el resto de ciudades italianas bajo el mecenazgo de familias como los Médicis también se intenta el reto, pero el secreto sigue intacto, aunque si se consigue fabricar pasta tierna o artificial. La búsqueda continuará a lo largo de los siglos XVI y XVII; a finales de este último siglo, en Rouen, Poterat, conseguirá producir lo que se conoce como la fritte o pasta tierna, material con el que trabaja mientras llega el esperado momento de descubrir la verdadera porcelana. Los estudiosos de la época definen la porcelana como: <una tierra preparada y esmaltada en blanco>. El alquimista sajón Johann Friedrich. Böttger, bajo el mecenazgo del Elector de Sajonía y rey de Polonia Federico Augusto, fue el primer europeo que elaboró pasta dura de porcelana; en 1707 consigue un primer resultado, alentador, obtiene un gres rojo llamado jaspe-porcelana o porcelana roja; Böttger había dado con el método básico que consistía en mezclar arcilla refractaria con un fundente apropiado, en este caso el fundente era el conocido como bol o tierra de Armenia (arcilla ferruginosa de color rojo), bastaba con dar el fundente idóneo el caolín. Dado este primer paso se comienza a trabajar en la fábrica de Stein- und Rundbäckerie. En 1709 el químico entrega al elector un informe en el que e compromete a fabricar porcelana blanca, en 1710 se otorga la patente de fabricación para la fundación de una manufactura en Dresde que en junio del mismo año se traslada al Albrechtsburg de Meissen un castillo medieval protegería el secreto de la porcelana. En él se guardaba no sólo su fórmula sino también sus métodos de fabricación: construcción del horno apropiado, sistemas de cocción, esmaltes, etc. En 1713 todavía el fundente no era el apropiado sino un sulfato de calcio que le daba un aspecto amarillento y opaco, pero permitía el tratamiento industrial de la producción. Böttger morirá sin conseguir descubrirlo. A pesar del cuidado que tuvieron en Meissen para proteger el secreto de la porcelana, la realidad es, que a medida que crecía la producción y aumentaban los operarios y técnicos que trabajaban allí, era más difícil su control, comenzaron las fugas y la difusión de las técnicas. Poco a poco Europa se fue poblando de nuevos establecimientos dispuestos a fabricar porcelana; por tanto, la fórmula de la porcelana europea no es única, ya que en cada uno de ellos se iniciaron nuevas investigaciones utilizando los materiales que aportaban las condiciones naturales del lugar. Cada manufactura inició su proceso de fabricación y su andadura personal; existen interrelaciones en las formas y los estilos de decoración ya que ante el éxito de algunas series, y la movilidad de los artífices es difícil sustraerse a las influencias. La porcelana adquiere durante el siglo XVIII gran importancia, en general, todas las artes decorativas se ven potenciadas en él pero, entre ellas, el arte de la porcelana es el que adquiere mayor prestigio, tanto que consigue denominar el siglo; ya que éste es conocido como: El siglo de la porcelana. El siglo XIX, es un siglo difícil para las manufacturas de porcelana, los avances industriales serán un reto para ellas, sobre todo si unimos a esto la competitividad que para ellas va a suponer la entrada en el mercado de los nuevos productos de loza fina procedentes, básicamente, de las fábricas inglesas. Sus producciones hasta ahora, en general, elitistas, van a tener que competir en los mercados y foros internacionales, lo que les obligará, en cierta manera, a socializar sus productos. El desarrollo de los transportes provoca el incremento del comercio y la apertura de los mercados occidentales a productos procedentes de China, Japón, lugares de donde es originaria, la estética oriental contrastará con la occidental y su influencia se dejará notar en las renovaciones artísticas y primeras vanguardias europeas. Sin embargo, las piezas de porcelana que se producían en las Manufacturas occidentales estaban basadas en la tradición, los artistas seguían repitiendo las formas típicas de los primeros momentos, formas que tenían asegurado el éxito pero inspiradas en las formas propias del arte Rococó o del Neoclásico. Así pues, la permanencia en este nuevo mercado que se está formando, les exigirá una renovación de sus métodos de elaboración y producción y, también, de la estética de sus formas y decoraciones. BIBLIOGRAFÍA AA.VV. Las Artes Decorativas en Europa. Del Renacimiento al Barroco. Tomo. I. (Dir. Gruber, Alain.). en la Historia General del Arte. Summa Artis. Vol. XLVI. Ed. Espasa Calpe. Madrid. 2000. Blancourt, Haudiquer de. De l’art de la verririe. París 1697. Citado por Divis, Jan. El arte de la porcelana en Europa. Ed. Libsa. Madrid. 1981. Fleming, John y Honour, Hugh. Diccionario de las Artes Decorativas. Ed. Alianza. Madrid. 1987. O Morant, Henri de. Histoire des Arts decoratifs des origenes á nos jours. Ed. Hachette. París. 1978. Giner de los Ríos, Hermenegildo. Artes industriales desde el Crsitinanismo a nuestros días. Ed. Labor. Barcelona. [1905]. Groer, Leon de. Les Arts Decoratifs de 1790-1850. Ed. Ovicee deu Libre Cop. Fribourgs. (Suisse). 1985 Gruber, Alain «Chinerías» en AA.VV. Las Artes Decorativas en Europa. Del Renacimiento al Barroco. Tomo. I. (Dir. Gruber, Alain.). en la Historia General del Arte. Summa Artis. Vol. XLVI. Ed. Espasa Calpe. Madrid. 2000 Landais, Hubert. Porcelana Francesa. Ed. Plaza y Janés, s.a. Buenos Aires-Barcelona. 1963. Lázaro, Juan Bautista. Discurso leído ante la Rabasf en la recepción pública de….(…) el día 16 de diciembre de 1906. Tip. de la Rev. de Archivos, Bibl. y Museos. Madrid. 1906. Pérez Villamil y García, Manuel. «La tradición indígena en la Historia de las Artes Industriales». En Discursos leídos ante la Real Academia de la Hisoria en la Recepción Pública del Sr. D. Manuel Pérez Villamil. Tip. Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos. Madrid. 1907. |
Historia de la Mujer – AMAZONAS
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GLORIA MELGAR (1859-1938). VI. Por Virginia Seguí
En este apartado veremos un nuevo capítulo: LAS ARTES DECORATIVAS, estudiadas en relación con la actividad artística realizada por Gloria Melgar: LA PINTURA SOBRE PORCELANAAclaraciones sobre el término: ARTES DECORATIVASCualquier intento de esclarecer y/o descubrir las actividades artísticas de la mujer, no puede excluir las artes decorativas. Tradicionalmente se ha considerado que la mujer estaba, especialmente, dotada para su práctica y ha sido efectivamente en ellas, donde la mujer, mejor y con mayor facilidad, ha podido desarrollar su creatividad. En este caso, si cabe, el abordar el tema está aún más justificado ya que el estudio de la obra de Gloria Melgar, queda encuadrado dentro de las artes decorativas dado que estamos hablando de pintura realizada sobre porcelana. Aunque primera vista pueda parecer lo contrario el tema no es sencillo; surgiendo las primeras complicaciones ya con la mera definición del concepto. ¿Qué entendemos por Artes Decorativas? ¿Qué artes se incluyen dentro de él? Dentro del arte las Artes Decorativas han sido tradicionalmente tratadas como una cuestión secundaria, sin embargo, su definición está muy vinculada al propio concepto de arte; especialmente si hablamos de arte contemporáneo, al menos, tanto como puede estarlo la Arquitectura moderna. Ambos casos combinan dos cuestiones básicas: lo bello y lo útil. Sabemos que cualquier obra de arte está relacionada con la sociedad en la que se produce y con la que va a consumirla, pero este binomio se eleva al cuadrado cuando hablamos de arquitectura o/y artes decorativas, su vinculación con los más variados aspectos de la vida diaria es innegable. La polémica que se crea en torno a esta dicotomía está en la base de la propia definición de arte moderno y de hecho muchos historiadores del arte tratan ambos temas conjuntamente. La consulta del término en la Enciclopedia Universale Dell’Arte, demuestra lo dicho hasta ahora; ya que verificamos que no incluye individualizada la voz: artes decorativas, tampoco le dedica especial atención cuando trata la voz genérica: arte; comprobamos, sin embargo, que la referencia básica que hace al tema de las artes decorativas se produce al tratar las voces: industrial dessing y Art Nouveu. Efectuamos la misma consulta en un Diccionario o Enciclopedia de carácter no específico y con connotaciones, más bien, divulgativas, comprobando igualmente que no se incluye un tratamiento autónomo del término, aunque si encontramos el concepto incluido dentro de la voz más amplia y genérica de: arte.
El párrafo anterior transcribe el resultado de la consulta, y nos permite introducirnos en una de las cuestiones que queríamos plantear: los diferentes modos o maneras con que a lo largo de la historia se han utilizado para denominar el mismo concepto. El sistema empleado es muy sencillo basta con añadir a la palabra artes un adjetivo calificativo que defina alguna de las características o algunos de los aspectos más significativos de los objetos artísticos que se incluían dentro de la definición. En este sentido podríamos considerar que todas las denominaciones son válidas o apropiadas; no obstante, si analizamos cada una de ellas, vemos que de una manera u otra además de definirlos introducen aspectos valorativos negativos, que van en detrimento, bien de las obras de arte a las que definen o de los artistas que las realizan. La definición comienza con el planteamiento de un tema de gran tradición dentro del campo del arte: la división de las Artes en mayores y menores; circunscribiendo el comienzo del uso del término al ámbito de las ciudades italianas del Renacimiento. Lo más habitual es encontrar una equiparación entre las artes decorativas y las artes menores. Por tanto el carácter de valoración negativa que se hace aquí es evidente, ya que el propio adjetivo utilizado connota una comparación y dentro de ella denota inferioridad. ¿Cuál es la diferencia entre ambas artes? ¿Está únicamente relacionada con las artes en sí mismas o también incluye una valoración sobre la diferente categoría de los artistas que las realizan? Los artistas en su lucha por mejorar su status económico y su posición social, reivindican el carácter creativo de su trabajo, intentando separar, lo más posible, sus emolumentos de los materiales que emplean y de los trabajos manuales que la realización de las obras suponen; ya que la realización de éstos les envilecía impidiéndoles el ascenso social. En este punto y debido al trabajo que nos ocupa, no podemos dejar de profundizar un poco más y matizar que no sólo estamos hablando de diferentes categorías dentro de los artistas, entrando en el binomio artista/artesano, sino que debemos hablar también de diferencias debidas al género, ya que la condición de mujer de la artista que nos ocupa, no es una cuestión indiferente. Teniendo en cuenta todo esto creemos que esta denominación contiene aspectos peyorativos que se trasladan tanto a los objetos artísticos que incluyen como a los artistas que los producen. Otra de las denominaciones con las que tradicionalmente se han denominado a las artes decorativas ha sido la de: Artes Suntuarias. No insistiremos más en el método utilizado para construir la denominación, pero sí lo haremos en su carácter valorativo y en este caso también restrictivo que lleva implícito el término. El adjetivo <suntuarias> está en realidad indicándonos que se trata de un tipo de artículo de lujo, destinado, por lo tanto, a una clientela muy concreta. Clientela cuyo tipo de vida y solvencia económica le permite el consumo de este tipo de artículos, y que queda restringida, salvo excepciones, a miembros de: la aristocracia, la alta burguesía y de la Iglesia; el resto de las clases sociales debe conformarse con producir y admirar los artículos. Estamos hablando, por tanto, de un arte elitista fuera del alcance de la mayor parte de la sociedad. Otro término habitual para nombrar a las artes decorativas es: Artes Aplicadas. También con cierta raigambre y tradición y que, nuevamente, esconde tras él, aspectos valorativos, ya que volvemos a constatar, aunque en este caso de manera indirecta, el adjetivo <aplicadas> está negando, a este tipo de Arte, una autonomía propia. Al ponerlas siempre en relación y con carácter subsidiario respecto de otras artes de mayor categoría, a las que se aplicarían y de las que podrían ser consideradas, en cierta manera, simples comparsas o complementos. Los artistas que las ejecutan estarían, también, bajo la dirección de otro u otros, de mayor categoría, que sería a quienes realmente se consideraría los creadores de la obra, sobre la que se aplican estas artes secundarias. Nuevamente aparecen aquí aspectos relacionados con la dicotomía artesano/artista, y los intentos, por parte de los artistas de separar creación de ejecución. Artes Industriales es otra de las formas que habitualmente utilizamos como sinónimo de artes decorativas. Este término es, quizás, el que plantea mayores complejidades, el adjetivo <industriales> desde nuestra perspectiva actual, tiene unos significados muy concretos, significados que difieren de los que de este mismo adjetivo tendría cualquier hombre que no haya visto los efectos de la Revolución Industrial sobre los sistemas de producción. La búsqueda de datos relacionada con esta denominación constata esto de manera clara El adjetivo <industriales> nos está hablando, en este caso, de los sistemas de producción utilizados para la fabricación de los artículos o productos que incluimos dentro del concepto. A primera vista podemos encontrar este término aséptico y carente de aspectos que impliquen valoración. Pero, la realidad es que algo, aparentemente, tan inocuo como los sistemas de producción, vuelve a introducir, en el concepto, algunas cuestiones que sí lo pensamos detenidamente nos inducen a valorarlo negativamente. En el fondo, el término, lo que vuelve a plantear son aspectos relacionados con el proceso creativo; en cierta manera el considerar la obra final como consecuencia de un proceso industrial la despoja de su carácter de unicidad que requiere toda creación artística. Un proceso industrial siempre presupone participación. La obra de arte sería, por tanto, el resultado final de una elaboración compartida por varios operarios, cada unos de ellos intervendría en un momento del proceso, la cadena industrial. El artista y verdadero creador no sería ninguno de los operarios que intervienen en la cadena de producción, sino el creador del diseño de la obra. Esto implica también una modificación en el concepto de obra de arte como objeto único ya que como consecuencia del proceso industrial y de la producción en serie la obra de arte se multiplica. Respecto a esta última denominación es interesante resaltar, como uno de sus aspectos más significativos, su carácter democratizador. La industria moderna consigue un aumento significativo en la producción de este tipo de productos lo que provoca su abaratamiento y como consecuencia de ello se produce un cambio en la clientela. El consumo de este tipo de productos se abre a todas las clases sociales y de esta manera pierden su carácter elitista. En este sentido podríamos considerarlo antitético respecto al de Artes Suntuarias citado anteriormente. Aunque esto no evita que ambos términos se sigan utilizando, en muchas ocasiones, indistintamente para a denominar al mismo tipo de productos. En este punto debemos aclarar porqué hemos elegido el título de Artes Decorativas para nuestro trabajo. Una vez que hemos analizado los posibles términos y hemos ido viendo sus pros y sus contras, hemos decidido que éste es el que mejor se ajusta a nuestras pretensiones y el que, encontramos, presenta menos inconvenientes; y a la vez es el que parece hacer triunfado, en general, entre todas las denominaciones posibles, ya que su amplitud permite la inclusión de todas las artes dentro de él, incluso las que tradicionalmente se conocen como Bellas Artes. La situación de tradicional olvido que han sufrido las Artes Decorativas dentro del estudio de la Historia del Arte, comenzó un proceso de cambio a partir de los años treinta de este siglo, comenzando un movimiento reivindicador que poco a poco va generalizándose que intenta conseguir un tratamiento justo dentro del estudio de esta disciplina, no obstante, creemos aun queda bastante por hacer en este sentido, sobre todo en nuestro país. Curiosamente, no tenemos ningún reparo mientras se trata del estudio del arte de la antigüedad en utilizar todo tipo de producción artística sin discriminar los objetos que estudiamos, pero a medida que avanzamos en la historia y en el estudio de las artes que se producen en las diferentes épocas, se van dejando a un lado este tipo de obras de arte para estudiar, casi exclusivamente, las obras de arte que consideramos incluidas entre las que denominamos Bellas Artes: Arquitectura, Pintura y Escultura. Todo ello a pesar al carácter novedoso y renovador que este tipo de objetos artísticos puede presentar, al ser utilizadas por los artistas para especular con las formas e innovarlas. La idoneidad para este tipo de especulaciones y experimentaciones viene dada por su menor formato que propicia un menor coste y un acabado más rápido, pudiendo comprobar el resultado con mayor rapidez y menor coste. No obstante, también me gustaría señalar que, en bastantes ocasiones, la práctica o enseñanza de las artes decorativas ha sido para los artistas algo importante y decisivo, no sólo por la idoneidad, ya comentada, que presentan para la especulación artística creativa sino, porque, en ocasiones, sus obras de mayor formato y pretensiones no obtenían el éxito deseado y ha sido su práctica o enseñanza lo que les ha permitido solucionar sus problemas económicos y seguir perseverando en sus creaciones más vanguardistas o innovadoras.
BIBLIOGRAFÍA AA.VV. Enciclopedia Universale Dell’Arte. Ed. Unedi. Roma. 1971. Vol. I AA.VV. Enciclopedia Universal Ilustrada, Europeo-Americana Tomo VI. E. Calpe, s.a. Madrid. 1990. AA.VV. La exposición Universal de Barcelona. El libro del Centenario. Ed. A. de Barcelona. 1998. Benévolo, Leonardo. Historia de la Arquitectura Moderna. Ed. Gustavo Gili. Barcelona. 1994 Bonet Correa, A. «Prologo» en AA.VV. Historia de las Artes Aplicadas e Industriales en España. Ed. Cátedra. Madrid. 1994 Couty, Edmond. El dibujo y la composición decorativa aplicada a las industrias artísticas. Ed. G. Gili. Barcelona. 1918 Lehnert, G. Historia de la Artes Industriales. Barcelona. 1930 Pevsner, Nikolaus. Los orígenes de la arquitectura moderna y del diseño. Ed. G. Gili. Barcelona. 1988. Tomas y Estruch, Fco. Educación artística de la mujer. Tip. Sucs. de N. Ramírez y Cª. Barcelona. 1888 |
ESCRITORAS ESPAÑOLAS DEL SIGLO XIX. IV
Como vereís la escritora cuya carta incorporamos a continuación es en esta ocasión muy conocida y con una calidad literaria reconocida por todos. Rosalía de Castro también recibió la invitación de Faustina Sáez de Melgar para participar en la publicación: Las Mugeres Españolas, Americanas y Lusitanas pintadas por sí mismas; aunque su articulo no fue incluido en el primer tomo y al no llegar a ver la luz el segundo quedó en poder del editor sin pulicar. En la carta y datos biográficos que adjunta veremos algunos detalles de la vida y la obra de Rosalía contados por ella misma y por su marido el historiador Manuel Murguía. Respetamos la ortografía original.«Sra. Dña Faustina Saez de Melgar Muy Sra. mía y de mi consideración; la falta de salud que comúnmente me aqueja asi como los muchos quehaceres que me rodean en ausencia de mi marido, no me dan lugar a cosa alguna ni menos permiten que me entregue con el descanso necesario a las tareas literarias. Sin embargo, por complacer a V. y en vista de una circular del Editor de Las Mugeres Españolas, Americanas y Lusitanas pintadas por si mismas. He escrito a este diciéndole que haría un sacrificio y que cuando pudiera le remitiría el original que demanda. Como nada me ha contestado nada puedo añadir acerca del asunto siendo por lo tanto cosa que yo tenia dada al olvido. En cuanto a los datos biográficos que V. se sirve pedirme, nadie mejor que V. pude comprender que tratándose de una muger tiene siempre que ser necesariamente escasos, reduciéndose todo a la epoca y lugar de mi nacimiento y obras que haya publicado. Las demas consideraciones creo que debe hacerlas el que escriba la biografía. La mía se ha publicado ya por mi esposo en su Diccionario de Escritores Gallegos, le remito copia de ella, y con eso quedan por completo satisfechos sus deseos. Sin embargo, a los datos que contiene puede añadir que publique hace años una novela titulada El Caballero de las botas azules, despues un tomo de versos gallegos titulado Follas Novas del que ya tendrá noticia; y el año pasado un cuento que se titula El primer loco. Si V. no las tiene y desea verlas puede pedirlas en mi nombre al Sr. Chao que no tendra inconveniente en remitirlas. Por lo que toca a mi retrato siento mucho tener que decirla que no me es posible complacerla, al menos por ahora pues no tengo ninguno, vivo en el campo y de año en año o mas tarde aun bajo a la ciudad. Sin embargo el dia que vuelva a Santiago tratare de ver como satisfacer de la mejor manera posible sus deseos la que tiene el gusto de repetirse de V. afectísima s.s. q.b.s.m. Rosalía Castro de Murgia. La Matanza. Padron. Febrero 27 de 1882. Notas biográficas adjuntas:Nació en Santiago el 23 de febrero de 1837, y pasó sus primeros años, en la pintoresca villa de Padron, de donde era natural su madre. En el año de 1858, se casó en Madrid, con el autor de este Diccionario, que se cree dispensado, por esto mismo, de emitir su juicio, acerca de una persona a quien le ligan tan hondos, queridos e indisolubles lazos Sin embargo, no cerraremos esta breve biografía, sin añadir, que entre los muchos elogios que se han escrito acerca de aquella que es la dulce madre de nuestra hija, ninguno es más verdadero y más merecido, que el que, un amigo a quien siempre hemos recibido como un hermano bajo nuestro techo, encerró en estas sencillas palabras: madre y esposa amante, como fue hija cariñosa. Publicó: 1º. La Flor: poesías por… Madrid. Imp. Á cargo de M. Gonzalez 1857. 4º Cuando aparecieron estas poesias, escribimos un juicio crítico sobre ellas, que apareció en el número de la Iberia, perteneciente al 12 de mayo de 1857. Entonces, cuando aun conocíamos a su autora, tuvimos el sincero placer de elogiar como se merecían unas poesias, en las cuales se descubrian dotes nada vulgares. Si copiamos aquí algunos de los párrafos de los que escribimos entonces, sentiriamos la mas grande y la mas intima de la felicidades, pero nos lo impide un justo sentimiento de delicadeza, y renunciamos por lo mismo a hacer justicia á una persona querida, á quien el mismo amor que le profesamos, nos veda toda palabra de elogio y alabanza. 2º La hija del mar, novela por… Vigo, Imp. De J. Campañel. 1852.- 12º 3º Flavio, novela por… Madrid. Imp. de La crónica de ambos mundos, 1861.- 12º 4º A mi madre, versos por… Vigo, imp. de J. Campañel, 1863. Fól. Menor. De este olleto no se tiraron mas que cincuenta ejemplares numerados y con el nombre impreso de la persona a quien iban dirigidos. 5º Cantares Gallegos, por… Vigo. Imp. de J. Campañel. 1873. 8º. Este tomo de versos escritos en dialecto gallego, fue acogido harto favorablemente, como lo indican los articulos críticos que aparecieron en los periódicos de Galicia y Madrid; en los cuales prodigan á su autora las mas lisonjeras alabanzas. Fácil nos sería copiar algunos párrafos, pero renunciamos á esta, para nosotros, gratísima tarea, por razones que comprenderá fácilmente el lector sin que las indiquemos. Si se permite á los hombres enorgullecerse de las riquezas y timbres de sus antepasados, puede muy bien perdonarse á los que recuerdan; no sin un justo placer; que honraron su familia, aquellos distinguidos varones, que dejaron en pos de sí pruebas de su saber de su inteligencia, y en este caso se encuentra nuestra escritora. A su familia, una de las mas antiguas de Padron, pertenecieron los sabios religiosos Fr. Martin Salgado y Moscoso (vid.) del órden de San Agustin, poeta celebrado en su tiempo, y el R.P.Mº Fr. Miguel Salgado y Moscoso (vid.) cistersiense abad de Cariacedo, y autor de algunas obras. En este siglo vivió el Sñr. D. Nicolas de Castro, persona notable por sus variados conocimientos, escritor, viagero y militar; en quien corrian parejas el talento y el loco espíritu de aventuras. Era hermano del Sñr. D. José de Castro, abuelo de esta escritora, coronel de milicias que hizo la campaña de los Pirineos (1793-1795) estando prisionero en Francia; fue notable por sus virtudes evangélicas. Pariente de su abuela materna, fue el general Abadia, uno de los mas célebres en la guerra de la Independencia. |
GLORIA MELGAR (1859-1938). V. Por Virginia Seguí
Industrias Cerámicas en Cartagena (Murcia)La asociación de Tomás Valarino y Gattorno, hombre de negocios muy conocido en la Cartagena romántica de origen italiano y Mateo Frates; aportando el primero la hacienda de Borricén y el segundo sus derechos de concesión de unos terrenos arcillosos aptos para la elaboración de cerámica selecta con otros socios capitalistas e industriales dará lugar, en agosto de 1842, a la fábrica de loza fina denominada La Amistad. En la escritura de asociación figuran como socios industriales Frates, que fue nombrado director de la fábrica y Simplicio Maestre su sustituto. A pesar de la buena situación económica y comercial de los socios capitalistas, la sociedad fue disuelta en 1845, quedando fuera de ella Frates y Maestre. Durante este período se construye el edificio de la fábrica, se establece una red comercial de distribución de productos y se encuentran algunas tierras aptas para la fabricación de las piezas. A partir de este momento para llevar el control industrial de la fábrica contratan técnicos y operarios de origen británico que relanzarán la manufactura imponiendo nuevas técnicas de estampación y modelado y creando una escuela taller para la formación de nuevos técnicos. En esta situación se mantiene la fábrica hasta enero de 1870, fecha en que la sociedad vuelve a entrar en crisis al abandonarla a familia Rolandi socios capitalistas, desalentados por los manos resultados económicos. No obstante y pese a las dificultades se consigue mantener la fábrica en funcionamiento hasta 1883, fecha en que los herederos de Valarino se asociaron con Joaquín Togores y Fábrequez y Enrique Peñalver y Zamora por un período de seis años; en estas fechas pasa a denominare Sociedad de Herederos de Valarino. Una vez vencido el plazo de seis años no ejercen su derecho de prórroga y la fábrica decae hasta cesar prácticamente en sus actividades, en los primeros años del siglo XX fue desmantelada, vendiéndose sus enseres. Este no el único intento de realizar actividades industriales de tipo cerámico en la provincia, ya que a partir de 1880 otro grupo formado por Federico Fernández, Juan Jorquer y Martínez junto con Julio C. Walker fundaron una sociedad con personalidad jurídica denomina La Cartegenera Industrial Cerámica o fábrica de la Media Legua, iniciando así la producción y comercialización de objeto cerámicos, esta nueva fábrica tampoco habría de prosperar no cubriendo su actividad ni el período mínimo, de cinco años, previsto en la constitución de la sociedad. Estas iniciativas industriales se encuadran en la segunda mitad del siglo XIX, más concretamente, el segundo de los casos se centra en el último cuarto de siglo. Vemos cómo la iniciativa privada ha aumentado cuantitativa y cualitativamente respecto al siglo XVIII. Pero las expectativas de negocio no se cumplen. En estas fábricas se implantan los métodos industriales más modernos; nuevos procedimientos de origen extranjero, que exigían plantas industriales y se alejaban de la antigua producción de los obradores cerámicos tradicionales. Pese a ello no consiguen mantener una actividad industrial económicamente rentable. En este sentido cabría señalar las diferencias que este tipo de producciones presenta respecto a la producción de nuestra artista que se centra en la porcelana y realiza sobre ella un trabajo individualizado, más parecido al trabajo de un artista plástico que a la producción cerámica fabril. La temática dominante que caracteriza las producciones cartageneras es quizás, para centraros en nuestro estudio, una de las cuestiones que más nos interesa. El tema que puede considerarse dominante es el cinegético; pero cabe destacar que la fábrica de La Amistad lanzó varias series con asuntos de género de sabor romántico o sentimental basadas en grabados de la época realizados para como ilustraciones de novelas y/o de los típicos folletines; otros presentan similitudes con obras de artistas franceses del siglo XVIII, como Watteau, Fragonard, Greuze, etc., con una honda raíz rococó, o incluso escenas tomadas de revistas destinadas al publico femenino y/o infantil, cuestiones, todas ellas, relacionadas con alguna de las escenas que plasma Gloria en sus porcelanas Respecto a los artistas, técnicos y operarios que realizaron actividades en estas fábricas, únicamente, nos consta la existencia de dos mujeres María y Dolores Cervantes Francés, pertenecientes a la fábrica del Borricén, haciéndose la aclaración de que estaban adscritas al taller de bizcocho con un jornal de 35 cts. Para concluir este capítulo haremos un resumen o recapitulación destacando que, la producción cerámica del primer período estudiado, está todavía vinculada a métodos preindustriales, en la fabricación de los objetos en cuanto a las formas no se utiliza, salvo excepciones, el uso de moldes y en cuanto a la decoración su principal característica es que todavía puede calificarse de: individualizada; la decoración por estampación es aún muy escasa. Estas características confieren a las piezas un valor de obra única, en la que las todavía no está presente, de forma explícita, la vinculación entre el arte y la industria. En esta primera fase, estaríamos todavía ante una industria supeditada al arte. Sin embargo, en el segundo estadio estudiado ya vemos que ambos conceptos se complementan. La fábrica de Sargadelos actuaría de enlace o puente entre ambos momentos. El sistema industrial de moldes fue introducido en Inglaterra en el siglo XVIII, y consiste en verter una mezcla líquida de arcilla y agua en un molde absorbente, teso, del que se escurre el agua de la mezcla y como consecuencia deja un leve depósito de arcilla, listo para la creación en cuanto se retira el molde. Este método de producción tiene varias ventajas, iguala las piezas, abarata la producción, reduce la necesidad de operarios, etc. y por lo tanto, se va imponiendo a medida que este tipo de industrias se moderniza. Para algunos la época que marca la expansión de la revolución industrial en España está centrada entre los años 1844, inicio de la década moderada y 1888, fecha en la que por primera vez se realiza una Exposición Universal en España. En ella las fuerzas económicas del país, públicas y privadas, actuaron, sino de forma conjunta, sí movidos por los mismos intereses, en un intento de conseguir una industria nacional moderna y competitiva. Cabe destacar también que el tema de las relaciones entre el arte y la industria fue motivo de amplios debates y discusiones y así ha quedado reflejado en la prensa y revistas de la época; el tema era importante, no sólo en España, y estaba presente en muchos de los discursos y declaraciones de políticos y especialistas. BIBLIOGRAÍA Jorge Aragoneses, Manuel. Artes Industriales Cartageneras. Lozas del siglo XIX. Museo Arqueológico de Cartagena. Murcia. Ed. Academia Alfonso X El Sabio. Murcia. 1982. |
ESCRITORAS ESPAÑOLAS DEL SIGLO XIX. III
En esta ocasión presentamos la biografía de la escritora Maria del Pilar Contreras y Alba enviada, en diciembre de 1881, por Juan Fermín de Collava y Serrato, Secretario del Ayuntamiento de Alcalá la Real, a Faustina Sáez de Melgar para que fuera insertada en Las Mugeres Españolas, Americanas y Lusitanas, pintadas por sí mismas, publicación de la que era directora literaria. A continuación trascribimos el documento respetando la ortografía original. Junto con el retrato de la escritora reproducimos la cabecera de La Semana Literaria una revista de la época dedicada a la literatura y destinada a un público infantil y/o femenino.«La señorita Dª Pilar Contreras y Alba nació en Alcalá la Real (Jaen) el 12 de octubre de 1861. Sus ascendientes figuran en la historia de este país, desde remotos tiempos, en posicion holgada. Sus padres D. Felix Contreras García de la Hinojosa y Dª Mercedes Alba y Fernandez, por su proverbial honradez y constante laboriosidad, son admitidos y estimados en los círculos sociales de mas importancia. Aquella, por sus talentos y virtudes, es admirada por unos, y querida por cuantas personas la conocen. Desde muy niña, principio a manifestar una inteligencia precoz; era el germen que existia en su alma, y que desarrollado mas tarde habria de convertirse en un raudal de elevadas aspiraciones. En su expresiva mirada, se revela el fuego de un corazon volcánico ávido de grandes y nobles emociones; ó la languidez de su alma poseida del mas tierno sentimiento. En su palabra facil en sus dulces inflexiones se refleja lo sublime de un pensamiento, la rectitud de un juicio, y la imparcialidad en su apreciacion. Es alegre con los de su edad haciéndoles reir, y fina, modesta, afable con los mayores, haciéndose estimar. Es despreocupada en el sentir, sin que jamás haya servido un culto exagerado á las tiránicas modas; como frecuentemente hacen otras jóvenes de mucho menos mérito personal que ella. Son sus encantos los libros, y sus delicias la música con sus lindas composiciones en verso, arrebata, con sus bellas notas en el piano extasía. En su drama la Esclava de la ambición, obtuvo una cumplidísima ovación y en sus poesias insertas en varios periódicos, los placemes y aplausos generales y en su tanda de valsés un premio por el jurado de la exposición de Jaen de 1878. Si se la juzga como aficionada al teatro; en la Sociedad, la Amistad, dio noches de verdadero entusiasmo, llenando con la mayor perfección desde el calabera Diablo cojuelo, hasta lo sentimental Primera lágrima, en una palabra y para concluir. La Señorita Pilar Contreras es un genio: es un espíritu privilegiado por el supremo hacedor, y si hoy vive su pensamiento encerrado en los limites de una pequeña ciudad, aunque ella haya dado dias de gloria, llegará un tiempo no lejano en que su genio se abra paso por el camino de las letras elevándose á las altas regiones de lo bello mereciendo un nombre ilustre en la querida patria.» |